Los conservantes de alimentos artificiales han revolucionado a la industria alimentaria para garantizar una vida útil más larga. Esto ha promovido la amplia distribución y la producción en masa de alimentos y abrió nuevos mercados. Además de ampliar la vida útil, los conservantes también tienen otras funciones en la producción de alimentos. Por ejemplo, los alimentos procesados y refinados requieren el uso de conservantes para inhibir el envejecimiento natural y la decoloración. Además, ciertos conservantes también se pueden utilizar con fines reológicos. Actúan como emulsionantes, estabilizantes y espesantes para dar alimentos la textura y consistencia deseadas.